EFM593
“El Faro” de Mapasingue
Emplazamiento: Mapasingue Este, Guayaquil, Ecuador - Ecuador
Fecha de finalización:09-03-2022
Tipo de obra: Ampliación, reforma o rehabilitación
Uso/s: ["Equipamiento","Servicios","Espacio públicos","Cultural"]
Dimensión: 90.63 M2
DATOS DEL EQUIPO
Autor/es: Jorge Ludeña, Pierre Berrú, Juan Bamba
Promotor/es, cliente/es: COOPI Cooperazione Internazionale ACNUR
Equipos técnicos:
Empresa constructora:
Créditos fotográficos: JAG Studio
ARCHIVOS
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MEMORIA
La pandemia ha transformado la relación entre la vivienda y el espacio público, afectando la manera en que compartimos e interactuamos con nuestra comunidad. Tras la emergencia sanitaria por la COVID-19, descubrimos que las comunidades resilientes se autoorganizan y renuevan sus lazos sociales para protegerse. Los espacios de encuentro ofrecen oportunidades para aprender cómo la dimensión social en micro-comunidades se restablece en tiempos de crisis. Durante la pandemia, se llevó a cabo un trabajo de cooperación con la comunidad "Hijos del Suelo" en Mapasingue Este, un sector urbano marginal en un cerro de Guayaquil, Ecuador; para la rehabilitación de la casa comunal se convirtió en un "faro" para la comunidad, guiando a las familias del sector a través de actividades culturales y educativas. Este espacio sirve como punto de encuentro tanto de día, debido a su permeabilidad y extensión al espacio público, como de noche, iluminando las escalinatas y generando seguridad y dinamismo en el barrio. Actualmente, la casa comunal es un lugar seguro de integración para 250 familias y más de 150 niños de diferentes nacionalidades, quienes usan el espacio para lectura, recreación y diversas actividades lúdicas. Una acción fundamental del proyecto fue expandir el espacio público mediante la construcción de una plataforma que crea una transición entre las escalinatas y el interior. Las grandes puertas plegables permiten dos configuraciones espaciales: cuando están cerradas, protegen el contenido de la casa comunal y permiten usar la plataforma como extensión de las escalinatas; cuando están abiertas, la calle prácticamente se introduce en la casa comunal, diluyendo los límites entre lo público y lo privado, entre el interior y el exterior. Esta ambivalencia materializa el concepto de “casa comunal” como un espacio híbrido donde coexisten lo doméstico y lo comunal. Se decidió conservar la modulación estructural e intervenir los límites existentes de la casa comunal para convertirlos en umbrales de transición que funcionan como bandas programáticas. La fachada hacia la calle extiende el suelo de la casa comunal; el muro medianero se demolió para ganar luz y actividad; se eliminó la batería de baños y cocina existentes para configurar una banda de servicios compacta y práctica; se derribó la pared de la fachada lateral para construir un gran mueble transparente donde almacenar, sentarse y leer; se desmontó y elevó la cubierta para generar mayor ventilación e iluminación. Un balcón en la esquina orientada al este se añadió para recibir a los visitantes y servir como un punto de atracción visible desde la distancia. Un elemento vertical sobresaliente, que simboliza un faro, le da al proyecto un carácter industrial y funciona como lucernario durante el día, captando luz, y por la noche proyecta la luz interior hacia el exterior. El espacio interior, completamente blanco, refleja la mayor cantidad de luz posible debido a las condiciones complejas del terreno estrecho y alargado de la casa comunal, que no permite abrir ventanas en tres de sus fachadas. Las puertas plegables, cortinas, muebles y plantas permiten variar la configuración del espacio para diferentes actividades comunitarias.