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Pedagogía
Taller de Ecologías Materiales
Emplazamiento: Chile
Fecha:2023
Universidad/Escuela/Facultad: Escuela de Arquitectura, Universidad San Sebastián
Tipo: Taller
Otro:
Número de alumnos: 10 (primer semestre) y 26 (segundo semestre)
Enlace: https://www.instagram.com/stories/highlights/17960999672553978/
DATOS DEL EQUIPO
Profesorado: Tomás García de la Huerta, Benjamín González y Claudio Palavecino
Alumnado: Francisca Gajardo, Javiera Chicaguala y Macarena Muñoz
ARCHIVOS
Programa docente:Descarga el documento de la propuesta
MEMORIA
El taller de ecologías materiales Cada edificio y ciudad que levantamos es una alteración de los ciclos naturales. Lo es, porque su construcción requiere extraer constantemente recursos del planeta, porque se adscribe a una ideología de crecimiento infinito o, simplemente, por la inercia de una cultura incompatible con formas de vida distintas de la nuestra. Toda la arquitectura que conocemos valida su práctica y su cultura ignorando los efectos ecológicos que puede causar. El taller de ecologías materiales plantea la posibilidad de otra arquitectura, coordinada con los procesos ecológicos y fundada en una nueva relación de poder con la materia que compone nuestro planeta. Para esto, proyectamos nuevos escenarios de futuro a partir de tres estrategias interdependientes de subversión material. La primera consiste en adoptar la basura como materia fundante del diseño. Para esto, se colectan máquinas, utensilios y artefactos dados de baja, que constituyen un repositorio de conocimiento material latente. Al decodificarlo, podemos revertir el proceso mercantil que los convirtió en desecho y comprenderlos como materia valiosa. Para esto, ponemos en marcha un estricto plan de traducciones, que captura en dibujos de cuidada precisión geométrica, fotografías y modelos detallados, todas sus cualidades plásticas, mecánicas y expresivas. La combinación de estos deviene en cuerpos ‘híbridos’ que -sin función ni escala- albergan una consistencia gráfica y material propia. Este proceso describe la segunda estrategia del taller, que elude proyectar arquitectura como un acto creativo, sino descubrirla desde una metodología de depuración e interpretación. La última estrategia despliega el potencial performativo de estos híbridos como estimuladores ambientales. Es decir, desde su capacidad de alterar físicamente su entorno inmediato, intensificando variables climáticas y propiciando nuevos escenarios de interacción entre especies. Este plan sitúa toda la producción arquitectónica dentro de los procesos de transformación de la materia existentes. En ese sentido, el taller no tiene la ambición de resolver problemas, ni de crear ni de destruir nada, sino de pilotar a través de las alteraciones de la materia, de observar y elaborar nuevas narrativas desde su conducción, más que desde su control absoluto. Bajo esta lógica, sus productos arquitectónicos son ensamblajes incompletos que requieren la coexistencia y colaboración con otros -personas, rocas, agua, insectos, clima- para configurar un nuevo ordenamiento ecológico, más cercano a máquinas vivientes que a edificios, a infraestructuras entretejidas con el paisaje que a programas o tipologías unitarias. Este nuevo estatus desestima al objeto arquitectónico como conclusión del proceso de diseño, situándolo como una etapa más de un ciclo constante de transformación y refinamiento. Dicho modelo cíclico articula también el sustrato metodológico del taller, que toma la forma de un laboratorio de trabajo, prueba y descubrimiento permanente. Convertimos la sala de trabajo en un medio de aprendizaje sin jerarquías, eliminando comparaciones y evaluaciones tradicionales, haciendo que el trabajo de cada estudiante sea insumo y patrimonio de todos sus integrantes. De esta forma, no solo acordamos un nuevo pacto material con el mundo, sino proponemos una manera de ejecutarlo a través del taller de arquitectura.